¿Cómo se organiza la Biblioteca tras la habilitación de las salas de lectura?


Este lunes 13 de septiembre se conmemora el Día del/la Bibliotecario/a, una labor destacable para Beatriz Pérez Morcón, actual directora de la Biblioteca central de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) Antonio Esteban Agüero, quien expresó la importancia del nuevo protocolo de ingreso, la apertura de las salas de lectura, el uso de las bibliotecas digitales y la conservación del libro en papel.

Sostuvo que la organización de la biblioteca tras el pedido de habilitación de las salas de lectura es a través de la apertura de las dos (2) salas de lectura, una parlante y otra silenciosa, con un aforo permitido del 50%, respetando el distanciamiento obligatorio. «Se ha habilitado todo lo que es consulta en sala, que era lo que faltaba», dijo.

¿Cómo es el protocolo de ingreso a la biblioteca?

Para el ingreso a las salas se habilitaron dos (2) turnos, uno de 8:00 a 10:00 y otro de 10:30 a 12:30. Entre turno y turno hay un lapso de media hora para sanitizar. Al ingresar, un guardia de seguridad se encarga de realizar la trazabilidad. Es importante el uso de alcohol en gel y barbijo.

¿Cómo reaccionan los/as estudiantes frente a estas medidas de prevención?

Los/as estudiantes reaccionan bien porque se van adaptando a la modalidad que vamos teniendo, ellos/as comprenden que es por el bien de todos/as. No se les permite consumir alimentos ni bebidas porque por cuestión de protocolo deben permanecer con el barbijo en las salas. Además los espacios deben estar ventilados y no se permite el uso del aire acondicionado. Debemos resguardar las vidas de todos/as.

Aproximadamente, ¿Cuántos estudiantes pueden ingresar por turno?

En la planta baja alrededor de 30 personas y en el primer piso, 40 en total.

¿Cómo se dividen los turnos?

Se dividen en dos (2) grupos que previamente deben enviar un email a biblioteca.aea.unsl@gmail.com para solicitar un turno. La biblioteca está abierta de 8:00 a 13:00 porque todavía no se habilita el turno tarde.

Si no hay mucha gente y no han solicitado un turno previo, el grupo puede llenar un formulario en la parte de atención al público al ingresar a la sala. Este formulario indica que se hacen responsables de cumplir con todas las normas que están vigentes en este momento.

¿Cómo trabajó la biblioteca en la época donde la virtualidad era absoluta?

Se realizó teletrabajo y las personas que concurrían lo hacían a través de burbujas sanitarias, una semana iba un grupo y en la otra semana, otro. Pero solo estaban permitidos los préstamos, renovaciones y devoluciones con previo turno. En cuanto al libre deuda se hacía virtualmente y todo lo demás estaba restringido. A partir de marzo de este año comenzó la atención al público, por lo que la entrega de libre deuda es en forma presencial.

En 43 años de ejercer su rol en la UNSL: ¿qué cambios ha notado a nivel general entre los inicios de la primera biblioteca y el presente de la Antonio Esteban Agüero?

He pasado por varios cambios de edificios, inicié cuando estaba en Chacabuco e Illia. En ese entonces todos los servicios compartían el mismo espacio. Cuando nos trasladamos a Pedernera antes de Chacabuco, las oficinas estaban separadas y por la cercanía con la Universidad los/as estudiantes concurrían mucho a esos espacios en los lapsos entre clase y clase.

Ahora utilizan mucho las salas de lectura para estudiar y hacer sus trabajos, ya que cuentan con internet. Antes de estas instalaciones, nos encontrábamos en el primer piso del Rectorado, ese lugar fue diseñado especialmente para la biblioteca y ahí los libros tenían el ambiente adecuado para su conservación y preservación.

Este nuevo edificio fue creado para ser un nexo de la biblioteca anterior, pero con la creación de las nuevas facultades se dejó el edificio anterior para la Facultad de Psicología (FaPsi) y el Archivo Histórico. Solo nos queda el nivel de la Hemeroteca. Necesitaríamos un lugar seguro y con la capacidad suficiente para resguardar todo el material que tenemos y en vista al futuro de la conservación de los libros.

¿Hace cuánto trabaja como Directora en la biblioteca central?

Desde el 2007 ejerzo como Directora, en ese entonces estaba a cargo de la dirección general y ahora he quedado a cargo también de la dirección general en dependencia de la Secretaría Académica.

Desde la biblioteca central: ¿se ofrecen actividades y/o servicios a las otras sedes de Villa Mercedes y Villa de Merlo?

Trabajamos en forma conjunta, sobre todo con la biblioteca de Villa Mercedes y también tenemos la biblioteca preuniversitaria de la Escuela Normal Juan Pascual Pringles (ENJPP), que es dependiente de la biblioteca de la Universidad.

La biblioteca de Villa de Merlo recién se está formando, aún es muy pequeña y escaso el personal, pero las tres (3) bibliotecas cuentan con el servicio de las plataformas digitales del Programa Virtualización.

¿Cómo surgió la suscripción de la UNSL a las bibliotecas digitales del Programa Virtualización?

A través de un consorcio con siete (7) universidades, que forman parte de la Red Interuniversitaria Argentina de Bibliotecas (RedIAB), hemos incorporado las bibliotecas digitales.

Logramos un acuerdo con dos (2) plataformas: Bidi y e-Libro. En Bidi tenemos la colección de la editorial Pearson, que tiene material disponible de todas las materias; y e-Libro es una colección más escasa de algunos títulos. Son dos (2) herramientas que están disponibles para todos los usuarios por un (1) año.

Para finalizar: ¿qué opina acerca del futuro de la biblioteca tradicional frente a la virtualización?

Esta es una nueva tendencia, nos estamos inclinando a eso por una cuestión de que se puede conseguir más material, nuevas ediciones, libros más actualizados, pero soy partidaria de que los libros en papel se deben conservar. Pienso que en el futuro nos espera este nuevo desafío y tendremos que adaptarnos a las nuevas tecnologías, seremos administradores virtuales y no como la biblioteca tradicional que conocíamos hasta ahora.

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