El abogado querellante Pablo Salinas recibió este lunes 11 de diciembre el premio Rector Mauricio López que otorga la Universidad Nacional de San Luis a quienes protagonizan la lucha en defensa y promoción de los derechos humanos. Recibieron menciones especiales el Centro Educativo Isauro Arancibia y el psicólogo Raúl Horacio Ávila.
La ceremonia comenzó como todos los años en la explanada de ingreso al edificio rectorado en la que se rindió homenaje ante el busto del primer rector de la Universidad, profesor Mauricio López, desaparecido en la dictadura cívico militar. La ofrenda floral fue entregada por el rector Dr. Félix Nieto Quintas junto al intendente del municipio capitalino, Ing. Enrique Ponce, al vicerrector Dr. Roberto Saad y decanos de Facultades.
Antes de este reconocimiento, la profesora Clotilde de Paw se dirigió a los presentes y recordó por qué se conmemora cada 10 de diciembre la defensa de los Derechos Humanos. También recordó la figura de Mauricio López, reconoció el trabajo y compromiso de los movimientos sociales y de las instituciones que defienden y luchan por igualdad en derechos.
«Desde otras esferas, desde otros continentes y desde otras historias sociales compartidas asistimos a una devastadora crisis más invisible y sutil, pero no menos material, que aquella que dio lugar a que la frontera general de las naciones unidas aprobara cada 10 de diciembre como un día de observancia de los derechos civiles, políticos, sociales, económicos, culturales», dijo.
Seguidamente, el acto continuó en el auditorio central donde se entregó el premio y las distinciones. Las primeras en recibir la mención especial en representación del Centro Educativo Isauro Arancibia fueron Susana Reyes e Inés García Guerrero quienes expresaron que esta es una mención al esfuerzo cotidiano que hacen jóvenes, niños, niñas, adolescentes y adultos que viven en situación de calle. «Es un reconocimiento a ellos que todas las mañas se levantan de la vereda para venir a la escuela a estudiar, que pasan las situaciones extremas, el desprecio de la sociedad, la estigmatización y sin embargo apuestan a la educación y a su proyecto de vida (…) luchan por una vida digna como se merecen ya que han sido despojados de todos sus derechos», sostuvo Reyes.
También agregó que la escuela lleva su nombre en homenaje al maestro tucumano Isauro Arancibia, asesinado por la dictadura cívico militar. «Lo primero que hizo la dictadura fue querer callar a un maestro, pero la voz de Isauro se multiplicó (…) A él, y a su hermano Arturo, cuando los asesinaron a Isauro le robaron sus zapatos. A nuestros estudiantes siempre les preguntamos: ¿A dónde te llevan los zapatos de Isauro?, nos dicen: nos llevan a que no hayan más niños y niñas en situación de calle, nos llevan a traer a más chicos y chicas a las escuelas (…) Hoy los zapatos de Isauro nos trajeron hasta acá junto a Mauricio López, a esta distinción en homenaje a su memoria», concluyó.
A continuación recibió mención especial el psicólogo Raúl Horacio Ávila, quien junto a otras personas creó «Proyecto 7» en 2003 y desde entonces no ha dejado de trabajar por ésta, su lucha. «No tiene importancia mi nombre y apellido, sino lo que represento que son a miles de compañeros y compañeras que están en situación de calle y que la están pasando realmente muy mal de hace muchos años», resaltó.
En sus palabras subrayó que en este contexto de los derechos humanos, contexto que los reunió en la UNSL, lo más importante de su distinción fue que se habló de la situación de calle. «Nuestra lucha es la defensa de los derechos humanos, básicos y constitucionales de todos los compañeros y compañeras en situación de calle para que nunca más vuelvan a ser, como son muchos en este contexto, absolutamente desaparecidos sociales que provoca este sistema perverso capitalista, que hoy se profundiza más que nunca», añadió.
El máximo galardón fue entregado al Dr. Pablo Salinas por su destacada trayectoria en la promoción y defensa de los derechos humanos, por su ética y gran compromiso con los valores democráticos y con la búsqueda de memoria, verdad y justicia, particularmente evidenciado en su actuación en todas las causas por delitos de lesa humanidad que se han llevado adelante en la provincia de Mendoza.
«El nombre Mauricio López está presente en mi vida desde muy niño, no fue un secreto ni nada oculto que mis padres fueron presos en la dictadura (los puntanos Jorge Salinas y Teresita Pavalotti)«, dijo y agregó: «Mauricio fue una luz puesta en el camino. Fue un profesor, que además de profesor de mis padres fue amigo de ellos, y ellos lo impulsaron para que llegara al cargo de Rector desde la tendencia revolucionaria. Mauricio viajó a Mendoza y fue secuestrado y desparecido, y he tenido el orgullo profundo de ser abogado querellante en la causa que culminó el 26 de julio de 2017 con la sentencia a los peores represores», sostuvo.
Salinas en su discurso reconoció a Pocha Camin y Elba Morales, fundadoras del Movimiento Ecuménico de los Derechos Humanos, a Rafael Nahuel, Santiago Maldonado y a todos los nietos recuperados. También agradeció a la Universidad por la distinción, a la militante Lilian Videla, y a Belén Falloso, representante del Movimiento Ecuménico por los DDHH regional Mendoza. Lo acompañaron sus hijo Ernesto, Francisco y Pilar y su esposa, la abogada querellante Viviana Beigel.
Las palabras de cierre fueron expresadas por el rector Dr. Félix Nieto Quintas quien resaltó el compromiso de las instituciones por la defensa de la educación como derecho, por una educación superior pública, libre de procesos de mercantilización.
Antes de referirse concretamente al acto, hizo una mención en el que puso en contexto de actualidad la cumbre de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que comenzó en Buenos Aires. Como introducción al tema se refirió a la III Conferencia Regional de Educación Superior 2018 en Córdoba, en conmemoración a los 100 años de la Reforma Universitaria.
Expresó en sus palabras el legado escrito en la II Conferencia celebrada en 2008 en Cartagena de Indias que dice: la educación superior es un bien social, un derecho humano universal y una obligación del Estado. «Ese derecho humano universal por el cual estamos comprometidos tiene cierto riesgo en estos días. El proceso que puede conducir una mercantilización de la educación superior está al acecho de esta circunstancia (…) Por eso nos adelantamos y ponemos a la Universidad en alerta ante esta situación que vulnera uno de los derechos humanos declarados en la CREES 2008», dijo.
Posteriormente, en relación al premio, sostuvo que nació como un homenaje a la figura y legado del primer rector de la Universidad. «No solo se trata de una distinción sino de un estandarte que en cada generación va poniendo en alto como guía y ejemplo a seguir (…) A lo largo de las veinticuatro (24) ediciones del premio, las distinciones han ido abarcando un amplio abanico de personas e instituciones que a partir de su trabajo y cobijo diario y militancia de defensa de los derechos humanos, se han conformado en claros ejemplos a seguir», concluyó.
Innovación desde casa
Por primera vez en la historia de la entrega del premio, este año las distinciones entregadas fueron construidas en el Laboratorio de Computación Gráfica del Departamento de Informática de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales. Este proceso se realizó mediante la impresión 3D que permite construir objetos tridimensionales a partir de un modelo digital. Del proceso de modelado digital, impresión y acabado intervinieron docentes y alumnos de la Universidad dirigidos por el MCs. Roberto Guerrero.
Jurado
Las tres propuestas fueron elegidas por el jurado, ya que consideró que todas “reúnen antecedentes suficientes para ser acreedoras a recibir el Premio”. El mismo estuvo conformado por representantes de APDH, APDH San Luis, MEDH, UNSL, ADU, SiDIU, APUNSL y FUSL.