Esta mañana se le otorgó al Dr. Emilio Fernando Gónzalez Díaz la distinción honorífica por sus méritos excepcionales y sus especiales servicios a la Universidad Pública. Es la primera vez que la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) entrega este título honorífico a un profesional del campo de la geología.
El Dr. Carlos Costa, docente del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales (FCFMyN) realizó un repaso por la formación del distinguido investigador. Destacó su honestidad intelectual y su pasión vocacional. «Estas fueron dos (2) cosas que lo caracterizaron durante toda su carrera. Él se educó y enseñó en la Universidad Pública, y la información que generó fue siempre de dominio público (…) La honestidad intelectual y la pasión vocacional son valores que nosotros, como institución formadora de recursos humanos, tenemos la obligación de recoger, destacar y ofrecer espejos para las futuras generaciones», señaló.
Por su parte, el rector CPN. Víctor Moriñigo destacó la trayectoria del Dr. González Díaz y sostuvo que la Universidad se prestigia con entregarle el título honorífico de Doctor Honoris Causa. «Este es un premio que la Universidad lo instauró desde el año 1986 y es una distinción que representa el mayor grado a nivel académico que puede entregar nuestra Institución», dijo.
González Díaz a sus 94 años, luego de una carrera profesional de más de 50 años, sigue trabajando en la realización de mapas y redacción de artículos. Es considerado un discípulo de los geólogos pioneros que sentaron las bases del conocimiento geológico de Argentina.
Como resultado de la relación entre el investigador con la UNSL, donó recientemente a la Institución gran parte del material que poseía en su biblioteca personal: textos incunables de la geología, datos de difícil pesquisa, fotos aéreas y diapositivas con ejemplos para la enseñanza. El material fue inventariado para utilizarse en docencia e investigación.
Repaso sobre la trayectoria de González Díaz
Se recibió de geólogo en la Universidad Nacional de la Plata (UNPL) en 1952, donde en 1955 obtuvo el título de Doctor en Ciencias Naturales. Como estudiante y recién graduado fue discípulo de los geólogos pioneros que sentaron las bases del conocimiento geológico en nuestro país, escasamente desarrollado en la primera mitad del siglo XX.
Propició y desarrolló las condiciones para la incorporación de la moderna geomorfología en los trabajos profesionales y en la currícula universitaria, disciplina que trata el estudio de las formas del paisaje terrestre y que tenía escasa presencia en la formación de los geólogos.
La comprensión, asociada a los procesos y fenómenos geológicos, permitió un rápido avance de este conocimiento en Argentina, en comparación con otros países de la región, y que actualmente tienen un significativo interés en estudios y resolución de problemas de relevancia social, tales como: cuestiones ambientales, planificación territorial, riesgos naturales, entre otros.
Desde 1950, hasta su jubilación en 1986, se desempeñó en la Dirección Nacional de Geología y Minería, actual Servicio Geológico Minero Argentino. Desde 1954, y en forma ininterrumpida, se desempeña como docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde estructuró la cátedra de Geomorfología, con los programas y criterios de enseñanzas actuales y en 1992, la UBA lo nombró Profesor Consulto.
Sus vínculos con San Luis se remontan al año 1981 cuando le fue entregado el Estudio Geomorfológico de la provincia de San Luis, en ocasión de desarrollarse el VIII Congreso Geológico Argentino en nuestra Ciudad. Dicho texto se utiliza actualmente en la enseñanza y como trabajo de referencia de publicaciones científicas. Además, desde 1985 ha dictado en la UNSL cursos de posgrado, dirigido doctorandos y participado en proyectos de investigación.