La semana pasada disertó en la Universidad, Daniel Scacchi, director de Innovación en Aceleradora Litoral, en la sala de posgrado de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia (FQByF). También lo hizo en el tercer campamento para investigadores y emprendedores Sub 35 que tuvo lugar en Potrero de los Funes.
En un principio, el especialista felicitó la iniciativa de la Universidad, a través de su Secretaría de Vinculación Tecnológica y Social, por llevar a cabo excelentes propuestas que implican trabajar con sus recursos humanos para incluirlos en nuevos desafíos y formas de relacionar a la Institución con su entorno y con el medio productivo.
En su disertación, presentó el modelo de la aceleradora de negocios, que está pensada como un organismo para apoyar a emprendedores que estén armando su nueva empresa. El objetivo de la entidad es que las empresas logren una ventaja competitiva, a partir de intentar implementar nuevos productos o servicios basados en resultados de la investigación científica, ya que trabajan con emprendedores surgidos de la ciencia o aliados a ella.
Según Scacchi, como característica fundamental, los jóvenes deben tomar el desafío de emprender, de armar un grupo que decida comenzar el desafío de una nueva empresa. Además remarcó la importancia de pensar en equipo y no en forma individual, ya que las empresas necesitan de equipos dinámicos con visiones complementarias.
«No hay que pensar en grupos en los que todos tengan el mismo perfil de formación. Hablar de multi-disciplina y de visiones complementarias, de formaciones diferentes que aportan a un objetivo común, se vuelve trascendente», sostuvo.
Consultado con respecto a las inquietudes que presentaron los jóvenes que participaron del campamento, afirmó que las mismas tienen que ver con la nueva posibilidad de pensar proyectos más desafiantes, tomando al mundo como mercado. «Las aceleradoras permiten diseñar proyectos que nos permitan a través de los nuevos conocimientos, tomar desafíos globales y plantear que las nuevas tecnologías pueden ser adoptadas por la gente en muchos países o en el planeta. Esto las vuelve grandes oportunidades, que deberían generar gran impacto en empleo de calidad de personal altamente calificado surgido de las universidades», dijo.
En cuanto a la realización del campamento, el especialista afirmó que es fundamental que estas actividades se realicen, ya que las instituciones tienen que ocuparse de que las cosas pasen.
«Hay que destacar que esto hay que replicarlo, no bajar los brazos y hay que sostener la actividad hasta que el impacto se empiece a notar, esto no provoca resultados por pequeños impulsos, sino que los resultados vienen después de mucho esfuerzo y de mucho tiempo de sostener políticas. Es importantísimo que la Universidad haga estas actividades y mucho más importante es que las sostenga y las mantenga en el tiempo, afirmó.
Por su parte, el secretario Mg. Vicente Fusco expresó su felicidad por la nueva edición del campamento. Afirmó que esta actividad se seguirá repitiendo, ya que es la motivación que desean entregarle a los jóvenes investigadores menores de 35 años.
El objetivo principal que se persigue, es el de animar a los investigadores a no sólo estar en sus laboratorios pensando en su trabajo, sino que puedan transferir a la comunidad lo que hacen, ya sea en un producto, un servicio o una aplicación. «Lo que queremos es que se animen y les damos las herramientas para hacerlo. Que sepan que hay una parte de la sociedad que necesita ese trabajo que cada día hacen», concluyó Fusco.