Más de 40 años de investigaciones de Resonancia Magnética Nuclear en San Luis


En 1978 llegó el primer equipo de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) a la Universidad y la persona que empezó a incursionar en el tema fue el profesor Juan Kavka. Él fundó el equipo y dio los primeros pasos en San Luis. Fue el formador de los reconocidos doctores Carlos Tonn y Oscar Giordano, dos (2) referentes de la química orgánica en Cuyo. A partir de la compra de ese equipo ya son 44 años de actividad ininterrumpida de esta especialidad en San Luis.

Sus inicios comenzaron en el segundo piso del Barco con un equipamiento marca Varian EM360 de 60 MHz. En el año 1995 se compró un imán más moderno de 200 MHZ y en 2003 una consola que se complementa el equipamiento de RMN «que es la que estamos usando actualmente».

El paso más grande que dio el Laboratorio de Resonancia Magnética Nuclear fue en el año 2018 cuando llegó un imán de 400 MHz cuyo valor superó los 250.000 dólares. Es caracterizado como el equipamiento «estrella» y su operatividad es compleja. En ello trabaja el Dr. Guillermo Reta, quien está a cargo del Laboratorio, junto al Dr. Walter Steger.

«Este Laboratorio está dedicado principalmente a trabajos de investigación. En este lugar lo que hacemos es determinar las estructuras que átomos, analizar de qué manera están unidos en compuestos orgánicos. Es un lugar que brinda servicios a grupos de química orgánica, y a otros grupos de investigación de la Universidad», dijo Reta.

En el Laboratorio también se determina la pureza de compuestos y la cuantificación de metabolitos. A modo de ejemplo, este espacio se utilizó mucho durante la pandemia por Covid-19 cuando la UNSL elaboró alcohol en gel para la Provincia, porque el equipamiento de RMN se utilizó para determinar la pureza y la calidad del alcohol que la Institución recibía donado y de la glicerina que se utilizó para la elaboración del producto.

También se trabaja en servicios para empresas, principalmente cuando se requiere determinar la pureza de algún precursor y de algún compuesto que compran. «Actualmente estamos trabajando con INTI para establecer un protocolo de determinación para hacer control de calidad de aditivos que se utilizan en la industria alimenticia», sostuvo Reta.

El científico contó que actualmente se han presentado en un proyecto de Equipar Ciencia para comprar una consola nueva que reemplace a la existente que ya tiene 20 años funcionando. También es objetivo poder adquirir un sistema de análisis de alimentos por RMN, específicamente centrado en el análisis de mieles, vinos y aceites de oliva, «es un equipo que no está en el país, y todo ese paquete de consola nueva y sistema de análisis de alimentos está cercano a los 700.000 dólares», explicó.

El Laboratorio es continuamente visitado por estudiantes. Este año lo visitaron alrededor de 150 alumnos/as de química, bioquímica, biología molecular y biotecnología. Es un espacio que articula su trabajo con otros Laboratorios, como el de Gases de Masas, cuando se realiza la revisación estructural o determinación de la pureza de algún compuesto. Son espacios con equipamientos que se complementan.

Actualmente el Laboratorio se encuentra instalado en el edificio del Instituto de Investigación en Tecnología Química (INTEQUI). Los equipos de RMN tienen la particularidad de que no se pueden mover. «Nosotros tuvimos la suerte que coincidió con el cambio de máquina. En 2017 nos vinimos para el INTEQUI y en el 2018 obtuvimos el nuevo imán», aclaró.

El doctor Reta especificó que esta es la primera vez que el Laboratorio está ubicado en un espacio físico pensado para que haya un RMN. «Como este equipo trabaja en campos magnéticos no tiene que haber cosas metálicas muy grandes cerca, como ascensores, autos, entre otros (…) Este lugar está pensado para un RMN y todas sus condiciones de seguridad (…) A nivel de investigación, este equipo es el único en la región Cuyo en realizar resonancia magnética nuclear de moléculas, así que nuestra zona territorial de trabajo también involucra a grupos de San Juan y Mendoza», dijo.

Dato

La operatividad del equipamiento es específica. La operación rutinaria la realiza el doctor Reta, mientras que la carga de criogénicos la realiza el doctor Stege. Al ser un imán superconductor funciona a bajas temperaturas, a -250 grados aproximadamente, por ello se hace carga de helio líquido para llegar a esos grados. «Esto se realiza una (1) vez cada ocho (8) meses y todas las semanas se carga nitrógeno (…) Estamos en un proceso lento y muy trabajoso, pero necesario, que es poder certificar el Laboratorio», concluyó el investigador.

Conocé el Laboratorio desde nuestras redes sociales. Allí se publicará el álbum completo de fotografías.
Instagram: UNSLactiva
Facebook: NoticiasUNSL

X