Apertura del Programa de Alfabetización «Yo, sí puedo»


Yo, sí puedo lanzó sus actividades para el año. Lo hizo con una apertura institucional en el Microcine de la Universidad. Este Programa se aplica en más de 30 países del mundo. Más de nueve (9) millones de personas se han alfabetizado. En Argentina lo han logrado alrededor de 32.000.

Durante el acto el secretario de Coordinación y Planificación Institucional, CPN. Víctor Moriñigo, sostuvo que las universidades tienen el desafío de integrarse con las sociedades que las rodean y lo caracterizó como un deber de las instituciones. Se refirió además acerca de la Reforma Universitaria y puntualizó uno de los objetivos que persiguió aquel movimiento, vinculado a una universidad inclusiva.

«Nosotros somos custodios del prestigio de esta Universidad. Debemos hacer cuestiones que hagan al desarrollo de la Provincia y la Nación. La Universidad debe funcionar como igualador social», añadió Moriñigo.

Lo acompañaron en la apertura Carlos Ramos, asesor del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño y representante de la Fundación Un Mundo Mejor es Posible, Diego Lorca, responsable institucional del Programa por la Universidad y Belén Ramos, estudiante de la carrera en Psicología y coordinadora de los alfabetizadores del Programa.

Yo, sí puedo se vincula con la posibilidad de desarrollar un instrumento eficaz que pueda dar respuesta a la problemática del analfabetismo, atendiendo a las dificultades de espacio-tiempo de los interesados. Se trata de un desarrollo cubano para la alfabetización de jóvenes y adultos, que se implementa en San Luis y Villa Mercedes, y cuenta con el apoyo de la UNSL. El programa se conforma a partir de la demanda de los referentes barriales, con el objetivo de llegar a sectores en los cuales existe una necesidad concreta de desarrollo.

En la UNSL se comenzó a implementar desde el 2017 con una cantidad de 76 graduados y actualmente hay 50 vecinos participando en 14 puntos de alfabetización. Fue institucionalizado en el año 2016 a través del convenio entre la Fundación Un Mundo Mejor es Posible, de la cual depende este método, y la Casa de Estudios.

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