Este lunes comenzó el primer cuatrimestre del ciclo 2021. En ese marco, la secretaria Académica de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Mgtr. Ana María Corti, comparte sus expectativas y ejes de trabajo con respecto a este nuevo año académico.
¿Cuáles son sus expectativas de cara al inicio de un nuevo año académico?
Ayer en la reunión de gestión y en encuentros previos con el Comité Académico junto a los/as secretarios/as y representantes de las ocho (8) facultades, se acordó el seguir con la modalidad que trabajamos en el ingreso, con un sistema híbrido y mixto. Estamos posibilitando una presencialidad cuidada en aquellas asignaturas o aspectos de la enseñanza que requieran un encuadre de presencialidad, pero muy limitado. El resto de la práctica y casi la gran mayoría del peso y de la modalidad académica está centrada en la virtualidad. Estamos entrando en una segunda ola, por lo que el cuidado de la trazabilidad tiene que ser extrema, porque los casos están aumentando día a día en una magnitud que no nos permitiría hacer más que presencialidad cuidada o virtualidad y eso es lo que seguiremos haciendo. .
¿Qué nos puede decir con respecto al número de estudiantes inscriptos en este 2021?
Los nuevos inscriptos estuvieron en algunas facultades por encima del año pasado y en otras se comportaron igual. No tuvimos una declinación de la matrícula de nuevos ingresantes. Lo que si hay que vigilar y hemos establecido estrategias de monitoreo y tutoreo por la permanencia. Estos sistemas de virtualidad para aquellos/as alumnos/as que no están habituados a las prácticas académicas de la facultad, podrían hacer fracasar la retención. Hemos instrumentado a través de la asignación de casi tres (3) millones de pesos ($3.000.000), tutorías para los primeros años y también para alumnos/as que estén en condiciones de graduarse, haciendo sus tesis, para asistirlos/as en este proceso y acelerar la graduación. Las modalidades de virtualización deben afianzarse en la confianza y en el mantenimiento de la constancia, porque sino pueden producir fracasos.
¿Cómo pueden acceder los/as estudiantes a los tutores?
La modalidad está diferenciada por cada unidad académica. Las facultades a través de sus áreas y departamentos monitorean aquellas asignaturas que están mostrando mayores dificultades y, son las propias asignaturas las que determinan tutores, que pueden ser disciplinares o por materias. Eso cada unidad académica lo trabajó de distinta manera y nosotros preferimos que fueran autónomas en esta decisión. En algunas facultades la disciplina genera dificultad, por ejemplo física, matemática y química y en esos casos se hacen tutorías transversales a la disciplina. En otros casos la comprensión lectora o el análisis de texto generan la dificultad, entonces los tutores están en estas dificultades. Pero hay otras facultades que colocan un tutor por disciplina de primer año, en determinada materia, cuando se determina que la materia en sí es la que amerita un tutor disciplinar.
¿Qué cambios o estrategias se implementarán teniendo como ejemplo la situación que se vivió en el 2020?
Nosotros queremos y hemos advertido a través del censo la necesidad de generar estructuras de acompañamiento más personalizadas, porque lo que se puede evidenciar que los ritmos de los/as estudiantes se han modificado bastante de acuerdo a las competencias y autonomía que cada uno/a tenga para seguir las materias de forma remota. Hay chicos/as que no muestran dificultades y otros/as sí. En estos casos lo que requieren es un tutor, ya que en los primeros años la cantidad de estudiantes que hay por equipo docente hace que sea necesario reequipar esos grupos docentes con tutores, para tener una mirada personalizada para cada alumno/a, para ver cómo avanzan.
¿Qué le diría a los/as nuevos/as estudiantes y a quienes comenzaron un nuevo año académico?
Tenemos dos (2) poblaciones de estudiantes: una que muestra cierta dificultad en cuanto a la conectividad o en competencias lectoras y andamiaje pedagógico para afrontar la autonomía del estudio. A ese grupo le diría que no dejen de manifestar la dificultad a las autoridades, para que sea enunciado el caso y pueda favorecerse un sistema de acompañamiento ajustado a la demanda. Si bien la universidad tiene recursos limitados, lo peor que podrían hacer los/as estudiantes es callar sus demandas. A través de los centros de estudiantes, de las secretarías académicas, de algún email a los/as decanos/as, pueden hacer saber la dificultad que están evidenciando en la cursada. También aquellas personas que muestren una discapacidad, sea cual sea, ya que les es más difícil afrontar sin herramientas y en condiciones de aislamiento la cursada. Es muy importante que a cada materia, profesor/a responsable enuncien su dificultad con claridad. Nada peor para nosotros que desconocer la problemática, porque eso inhibe el tratamiento.
Además les diría que no decaigan en la posibilidad, que traten de hacer alianzas con compañeros/as. Si bien hay aislamiento y dificultades para reunirse, que traten de vincularse con algún compañero/a o estudiante, porque sabemos que el equipo y grupo de estudio es fundamental para acompañar un proceso de aprendizaje. En lo colectivo hay una fuerza, una dinámica que favorece la capacidad retentiva. En las cátedras le hemos insistido a los/as docentes en este punto, de producir estrategias colectivas para generar debates y que el grupo sea un motor para la continuidad.
Hay otros grupos de estudiantes que estamos monitoreando, que son las personas mayores o quienes por determinadas situaciones habían abandonado sus estudios y que en pandemia pudieron reincorporarse. Hay algunos/as que tienen excesos de horas laborales, o hijos/as chicos y la virtualidad les ha permitido estudiar en sus momentos libres y hoy están retomando sus estudios. Esta población nos dice que no dejemos la virtualidad, entonces hay un amplio panorama y abanico de situaciones personales que en este contexto quisiéramos atender. Para ello se necesita una modalidad en la que se flexibilicen los horarios, modalidades y se adecúen distintas estrategias para acompañar al máximo número de estudiantes.