A pocos días de cumplirse el 50 aniversario de la Dirección de Obra Social para el Personal Universitario (DOSPU), Patricia González, docente de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia (FQByF), nos comparte cómo fue su experiencia con la obra social ante un problema de salud de uno de sus hijos.
¿Cómo inició tu vínculo con la DOSPU?
Soy docente de la Facultad de Química Bioquímica y Farmacia (FQByF) de la Universidad desde el año 1990, por lo cual estoy afiliada a la DOSPU desde hace aproximadamente 34 años. Mi vínculo con la DOSPU generalmente ha sido positivo.
Cuando uno es joven, no hace uso en forma asidua de la obra social, pero cuando vienen los hijos o cuando pasan los años, comienzan algunas complicaciones en la salud y es cuando realmente se valora la importancia de la obra social. En el caso de mi familia siempre, cuando hemos tenido algún inconveniente de salud, hemos acudido a los profesionales que atienden ahí en la obra social, con los cuales después de tantos años hemos establecido algún vínculo muy lindo, como por ejemplo con el Doctor Luis Marsicano.
¿En qué momentos estuvo presente la DOSPU en tu vida?
En mi familia estamos muy agradecidos con la obra social DOSPU porque hace varios años, precisamente en el año 2010, a mi hijo de apenas 11 años se lo diagnostica con un problema serio de salud. Esto implicó que nos tuviéramos que trasladar, primero al Hospital Notti en Mendoza y luego al Hospital Garrahan en Buenos Aires, donde permanecimos durante ocho (8) meses aproximadamente.
Finalmente, mi hijo pudo superar este problema de salud y fue gracias a varios factores, entre ellos el haber tenido esta obra social. La DOSPU nos dio no solamente el apoyo económico que era lo que correspondía a la hora de cubrir los tratamientos, traslados, cirugía; sino también nos dio una contención humana a través de su personal. A quienes recuerdo muy bien es al señor «Quico Gómez» que es un personal jubilado, a la señora «Luci» y a la señora Patricia.
En ese momento teníamos mucha angustia por lo que tenía que atravesar con mi hijo y ellos nos ayudaron bastante con los turnos, con decirnos cuáles eran los profesionales a los que teníamos que recurrir y siempre atendían cualquier necesidad o requerimiento de parte nuestra. Además, inmediatamente trataban de solucionar todo y también se comunicaban con nosotros para saber cómo estábamos y cómo evolucionaba la salud de mi hijo.
¿Qué pensás sobre la situación actual que está atravesando la DOSPU
Actualmente nuestro país y la comunidad universitaria en general están en un contexto económico bastante difícil, que obviamente afecta las prestaciones que puede ofrecer la obra social. Muchas veces por esto nos quejamos los/as afiliados/as, pero ahí es cuando uno reflexiona y piensa que si algún afiliado está atravesando un problema serio de salud, seguramente la obra social va a responder como respondió en ese momento conmigo, con mi familia.
¿Qué dirías por cumplirse 50 años de la DOSPU?
Ahora que cumple 50 años la obra social expreso mis mejores deseos para todos los que integramos la DOSPU, especialmente al personal, a los profesionales que allí atienden y a quienes conducen la DOSPU. Así que felices 50 años, por muchos años más y gracias siempre por todo.
¿Cómo pensás que como afiliados podemos ayudar a la DOSPU en este contexto tan difícil?
La forma de ayudar a la obra social es usarla de forma responsable, entender también hasta dónde nos puede llegar a cubrir la obra social. La DOSPU se nutre del porcentaje que nos descuentan de nuestro salario que también ha sido afectado.
¿Qué esperas para el futuro de la obra social?
Para que la obra social pueda responder como siempre respondió, depende de lo que nosotros aportamos como afiliados, así que muchas veces es externo a la obra social. Espero que además de ese apoyo económico, que es lo que corresponde, siempre tengan esa relación humana que tuvimos nosotros en ese momento tan difícil.
¿Qué consejo le darías a una familia que está empezando a afrontar lo que vos atravesaste?
Precisamente eso, que recurran a la obra social, a sus administrativos, que muchos de ellos están preparados y te bridan una contención humana, un apoyo invalorable como en ese momento ocurrió con nuestra familia.