Pensar Nuestramérica en la crisis para avanzar en la construcción de alternativas


En el marco del «Encuentro Internacional Pensando desde Nuestramérica: Crisis y Emancipación» que comenzó el 4 de diciembre y se extiende hasta el 7, se dan a conocer experiencias y prácticas tendientes a comprender el carácter e impacto de la crisis que atraviesa el capitalismo como proyecto civilizatorio. Se trata el caso de Haití, Cuba, México y Argentina.

El Dr. Camille Chalmers de Haití, el Dr. José Luis Rodríguez García de Cuba, el Dr. Jaime Estay Reyno de México y el Dr. Julio Gambina son los destacados que están a cargo de este encuentro de saberes que se propone propiciar intercambios de experiencias y redes de trabajo con el propósito de contribuir al desarrollo del pensamiento y la praxis alternativos del orden social imperante.

Esta actividad se ha desarrollado desde la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales (FCEJS) en el seno del Centro de Pensamiento Crítico «Pedro Paz». El propósito del encuentro es articular experiencias, a través de talleres de trabajo y un ciclo de conferencias. Son actividades abiertas al público.

«Nosotros queremos recuperar en la Universidad que haya un pensamiento alternativo, estudiar y conocer todas las voces. Desde el Centro de Pensmaiento Crítico queremos brindar un espacio para poder discutir lo alternativo, lo que no conocemos, lo que pensamos distinto, y escuchar al otro», expresó Enrique Elorza del Centro de Pensamiento Crítico.

Además agregó que el encuentro tiene que ver con compartir las experiencias de los profesores, discutir con los alumnos, y con los mismos docentes. «Queremos generar en nuestra Facultad espacios para esta diversidad de pensamientos y comprender mejor el mundo, porque creemos que además es una Universidad pública que no puede deberse a un pensamiento único de intereses privados», dijo Elorza.

¿Desde qué punto de vista podemos pensar hoy a América Latina en el contexto americano?

José Luis Rodríguez García: El análisis que se pretende hacer es una ubicación de América Latina preferentemente desde el punto de vista económico aunque no solamente nos quedamos en ese terreno, para un poco entender qué es lo que está sucediendo en este momento y cuáles son las perspectivas de la región, partiendo de que estamos en una coyuntura no favorable.

América Latina lleva dos años decreciendo y ha habido cambios sustanciales, como por ejemplo el factor China en América Latina. Éste se ha convertido en el principal socio comercial de gigantes como Brasil, Chile, Perú, entre otros, y eso forjó un tipo de relación que ahora al cambiar el modelo chino, que tiene una transformación interesante en el sentido de buscar crecimiento a partir de consumo de la demanda interna, ha reducido el intercambio comercial con América Latina a partir de un momento en el cual China se ha desarrollado como un modelo exportador, y eso requería por lo tanto importar materia prima, bienes primarios, donde América Latina ha jugado un papel importante.

Se da este fenómeno y esta situación ha dejado descolocado renglones importantes de la región prácticamente sin excluir países. Por ejemplo en el caso de Cuba, China es hoy nuestro principal socio comercial, y estos cambios están también afectando la relación con Cuba. Aparte de otras dimensiones, la presencia de este gigante asiático en América Latina tiene implicaciones importantes, hay grandes ofrecimientos de inversiones extranjeras por ejemplo China en América Latina que habrá que ver en qué condiciones, bajo qué premisas se introduce. Todo esto se da en un contexto en el cual están cambiando también las relaciones entre el gobierno norteamericano actual y América Latina.

Es una coyuntura especialmente complicada, aparte de los fenómenos ya en un plano más macro global de lo que viene ocurriendo en el mundo donde de una crisis del 2007-2008 no se aprecia todavía una recuperación clara en este sentido, y esto lógicamente está afectando también, desde otro punto de vista, a la región.

¿Qué ciencia necesitamos para nuestras sociedades latinoamericanas, y en qué situación se encuentran sus países también en esta coyuntura que acaba de describir tan compleja?

Camille Chalmers: Estamos viviendo momentos muy desafiantes con cambios rápidos a nivel de la economía mundial y estamos viviendo una coyuntura y una violenta ofensiva contra los trabajadores y contra los pueblos, y al mismo tiempo América Latina es una de las únicas regiones en el mundo donde se ha intentado construir alternativas al sistema.

Estamos en un momento donde tenemos que hacer un balance de esos intentos y cómo poder articular una nueva ofensiva a partir de nuestros intereses, y para hacerlo es muy importante crear espacios de diálogo por ejemplo entre el Caribe y América Latina, de diálogo con los movimientos. Estamos en una paradoja donde hay un ola de movimientos sociales que cuestionan el sistema pero al mismo tiempo hay una dificultad para pensar lo nuevo y pensar Nuestramérica a partir de las luchas, experiencias y desafíos de este momento.

¿Consideran que la recuperación que plantean desde México tiene alguna relación con las alternativas y cambios en distintos contextos de los países que ustedes representan, se vive lo mismo?

Jaime Estay Reyno: Hay una diversidad de situaciones en América Latina y por ello es importante pensar en términos de América Latina o incluso en términos de Nuestramérica, un término que tiene la intención de mirarnos desde otra manera, hacia nosotros mismos y mirar de otra manera al resto del mundo.

Hay por un lado una gran diversidad en todos los sentidos, en tamaño económico, estructuras sociales, problemas específicos, pero hay un conjunto de elementos en común. En este contexto está muy clara la necesidad alternativa. Está muy claro que de lo que va del siglo y hasta hace muy poco, hasta hace unos cuatro (4) o cinco (5) años, América Latina se constituyó en un espacio de generación de alternativas, de funcionamiento propio, interno, con un cierto carácter incluso regional. Creo que la iniciativa como la creación de la Alternativa Bolivariana de las Américas – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA TCP), la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), y la Comunidad Económica Latinoamericana y Caribeña (CELAC), dan cuenta de un escenario económico y político en el cual había condiciones que históricamente no se habían dado para desarrollar iniciativas de carácter regional con una cantidad de problemas y con muchas cosas que se trataron de hacer y no tuvieron el éxito esperado.

La intención de integrar a la región que se desenvuelva a lo largo de los catorce (14) o quince (15) años de este siglo, es muy importante y deja huellas. Eso ha cambiado, ha habido un cambio de signo político, ha habido un cambio dentro de los países más importantes de la región, lo cual influye directamente en estos esfuerzos de integración y de búsquedas de alternativas a nivel regional. Está muy claro que los esfuerzos de integración siempre dependen y son tributarios de lo que ocurra adentro de los países.

Es un escenario en que esa búsqueda alternativa si bien enfrenta dificultades mayores ahora que hace cinco años, también en ella se vislumbran posibilidades de que los propios escenarios políticos se vayan redefiniendo, y de que el esfuerzo integrador que estuvo presente subsista.

Llegan a la Argentina en un momento en que se está debatiendo la reforma laboral, ¿qué opinión les merece la situación por la que atraviesa Argentina?

Julio Gambina: La Argentina es parte de este diagnóstico que se describe, e incluso vinculado a la Universidad, nosotros decimos que la Universidad tiene que salir al encuentro de estas nuevas demandas que hay de los movimientos sociales, de la economía popular, de la autogestión, de la insatisfacción que hay en una parte muy importante de la sociedad Argentina y Latinoamericana que se encuentra afuera del mercado, de las soluciones que da la economía contemporánea. Junto con las relaciones laborales en la Argentina tenemos una novedad que es que un tercio de los trabajadores se encuentra en situación irregular, esto no aconteció históricamente en Argentina, es un sistema que se desbordó en la crisis del 2001 y que se mantiene.

América Latina incluyó muchas novedades en este siglo XXI, una de esas novedades es la recuperación de viejas tradiciones, son las empresas recuperadas de la Argentina; otra es la economía comunitaria de Bolivia que supone constitucionalizar una tradición histórica de los pueblos originarios, índigenas, campesinos de Bolivia; y otra es considerar a la naturaleza como un sujeto de derecho.

Desde que emergió la crisis del 2007 hubo una fuerte ofensiva del capital contra el trabajo, y por eso la reforma laboral argentina se inspira en la brasileña, la francesa se inspira en la brasileña, lo que hay es un pérdida de derechos en el sistema mundial, hay una caída relativa de los salarios, hay una tendencia a la precariedad en las relaciones laborales. No es un fenómeno sólo en Argentina.

Junto con la reforma laboral lo que ha avanzado es la reforma previsional, que supone la transferencia gigantezca de recursos de jubilados para intentar resolver la crisis fiscal que hay en las provincias. Creo que son temas de coyuntura muy importantes que no hay que pensarlos solamente como de Argentina, sino de una convergencia que tiene la política oficial argentina hoy, con las tendencias principales del sistema económico mundial.

En relación a alternativas de cambio en las que se trabaja, ¿cuáles podrían mencionar?

José Luis Rodríguez García: Repensar el desarrollo a partir del desarrollo del factor humano con la creación de un capital humano, es un camino de largo plazo más promisorio como alternativa. Trascender el modelo de desarrollo tiene que ser sobre la base de otra perspectiva, donde el hombre pase a ser el centro, y tenemos posibilidades de lograrlo mediante un sistema educativo y mediante un sistema de ciencia y tecnología que se adecue a esos propósitos de desarrollo.

Prensa UNSL

X