Miriam Roxana Torres Rojo, magíster de la Universidad Nacional de San Luis cuenta en esta entrevista cómo el proyecto de extensión “Vínculos entre Universidad, Educación y Comunidad» es la acción práctica del proyecto de investigación «Escuela Secundaria, Comunidad e Igualdad».
“A través del proyecto de extensión intentamos dejar nuestro aporte a la sociedad, como docentes universitarios desde hace más de quince años, articulando las necesidades individuales e institucionales ”, afirma. La experta sostiene que se han desarrollado diversas y variadas acciones en función de las problemáticas que va requiriendo la escuela. «Articulamos las necesidades del establecimiento y las tareas de formación propia para el equipo de investigación y para los alumnos», detalló.
¿Cuál es el objetivo del proyecto?
Se intenta abordar problemáticas como la educación y la comunidad en instituciones de contexto socioeconómico vulnerable, atendiendo atravesamientos contextuales, institucionales e interpersonales y con la necesidad de potenciar los procesos de auto-organización a partir del ejercicio de la reflexividad institucional.
¿Quiénes participan en el proyecto?
El proyecto está integrado por la directora del Proyecto de Investigación, la Especialista Sonia Amieva. Desde el año pasado me toca dirigirlo a mí, y al licenciado Hernán Rochereul, quien trabaja en la cátedra desde hace un par de años; y tenemos cuatro alumnos avanzados de psicología que nos están ayudando con las tareas de extensión.
También participan: María Cristina Wanzo, Belkis Romina Barrio, María Esperanza Ordoñez, María Florencia Rodríguez, Humberto Camilo Campana, Ana Florencia Mendiara, Daira Valentina Costa Estrada y Ángel Rafael Velázquez.
¿Qué actividades se realizan?
Las tareas que hemos desarrollado son diversas y variadas en función de las problemáticas que va requiriendo la escuela, porque nosotros articulamos las necesidades de la escuela y las tareas de formación propia para el equipo de investigación y para los alumnos.
Realizamos distintas actividades. El año pasado, por ejemplo, trabajamos con talleres acerca de valores, y después ellos organizaron como conclusión de esa tarea un mural, que los entretuvo, les gustó hacerlo y estaban muy orgullosos.
Otra de las actividades muy importantes que siempre hacemos, es traer los chicos de las escuelas urbano-marginales a la Universidad, para ellos es un mundo no tan habitual y desconocido. Hacemos una visita guiada y alguna actividad de investigación, que termina en el Comedor Universitario. Es una experiencia que nos ha sido muy grata y que a los chicos les encanta.
¿Qué tarea concreta están realizando ahora?
En este momento estamos en actividades diagnósticas, hemos tenido en la Escuela Santa María Eufrasia, del Barrio Pucará, una charla a comienzo de año con la Directora quien nos contó los problemas y estamos trabajando con los chicos para integrarlos y que participen en las actividades. Lo que la Directora de la escuela nos pide es ayudar a la retención de un grupo de chicos; estamos trabajando con ellos para ver cuál es la estrategia que creemos mejor para que continúen en la escuela.
Al establecimiento asistimos semanalmente procuramos que al menos un grupo de dos alumnos extensionistas estén semanalmente en la institución; a su vez las reuniones de proyecto son cada quince días; nos contamos experiencias del campo, escribimos textos, producimos contenidos para congresos, hacemos seminarios internos para reforzar y ayudarnos en la formación.
Prensa FCH
Redacción: María Luz Bressan Ortega