El Instituto de Lenguas de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) se creó en 2017 a partir de un proyecto de reformulación y reestructuración del Centro de Lenguas Extranjeras (CELEX). Ayer se realizó su presentación oficial.
Si bien su creación se remonta desde hace 30 años, el actual Instituto lleva menos de dos (2) años de nuevos desafíos. Se creó con el objetivo de gestionar y llevar a cabo actividades de formación, investigación, asesoramiento, servicios y transferencia en el campo de las lenguas dirigidos a la comunidad universitaria y general.
El Instituto tiene como misión convertirse en una Unidad de excelencia avalado por la formación y experiencia de sus miembros y albergar la mayor diversidad de lenguas posibles en consonancia con la filosofía que inspira las políticas lingüísticas de promoción de una cultura plurilingue y de la defensa de las identidades lingüísticas.
Su coordinadora, la Mg. Susana Rezzano, recordó uno de los grandes hitos para el área cuando en el año 2012 se acondicionó el aula 27 que permitió consolidar las actividades. «El Rector nos sugirió la figura del Instituto para este espacio», dijo en referencia al Dr. Félix Nieto Quintas, quien manifestó que este espacio refuerza la política institucional de internacionalización de la educación superior.
El Instituto está formado no sólo por docentes del área diez (10) de lenguas extranjeras sino también por docentes de otras Unidades Académicas que desarrollan proyectos dentro de las líneas de trabajo. «Alberga a cualquier docente de la Universidad que le interese trabajar en el campo de las lenguas», expresó Rezzano.
Actualmente se ofrecen cursos en los idiomas: italiano, francés e inglés a los miembros de la comunidad universitaria. También se logró consolidar un trayecto de formación de hasta cuatro (4) años destinado a docentes, estudiantes y personal administrativo. «Este proyecto ve pasar por nuestras aulas alrededor de 100 estudiantes por año de los diferentes claustros», añadió.
Otra de las grandes fortalezas del Instituto es la acreditación de conocimientos en lengua extranjera para estudiantes o docentes que estén aspirando a becas de movilidad internacional o que necesiten acreditar su conocimiento que exigen sus carreras de posgrado.
«Estamos intentando cubrir demandas de formación que estén no cubiertas o parcialmente cubiertas. Quiero mencionar en particular el espacio de japonés que se ha iniciado con mucho éxito», explicó la Coordinadora.
También mencionó el proyecto de español como lengua extranjera, la acreditación del examen internacional CELU, y el servicio de traducción y revisión de manuscritos.