Desde el Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) para la aplicación del Protocolo ante situaciones de violencia y discriminación de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), hoy 3 de junio de 2020, a cinco (5) años de la masiva movilización que marcó un precedente en el movimiento feminista, sostenemos con fuerza el mismo reclamo: NI UNA MENOS.
El 3 de junio de 2015 el espacio público y virtual a lo largo de nuestro País, con eco en diversas partes del mundo, fue tomado multitudinariamente al grito de Ni Una Menos tras el femicidio de Chiara Páez en Rufino, provincia de Santa Fé.
Las mujeres nos juntamos para marchar en contra de la violencia machista y para tejer una trama de fuerza, sororidad y resistencia frente al aumento y recrudecimiento de las violencias.
Este hecho, fue considerado un punto de referencia para todas aquellas personas que luchan por el goce y ejercicio de los derechos humanos en pie de igualdad, en contra de las violencias machistas materializadas en femicidios, transfemicidios y travesticidios. Potenció, además, la amplificación transversal del movimiento de mujeres y personas disidentes y diversas.
Ya en 2015 se hablaba de Pandemia en referencia a las violencias de género que llevaban a la muerte, hoy se habla de La otra Pandemia frente a la cual se ha achicado la tolerancia de la sociedad al hacerse más visible. Ni Una Menos hoy nos sigue exigiendo la construcción de una agenda colectiva, política e institucional que dé batalla contra las acciones u omisiones de los Estados que produzcan violencias o sean condición de posibilidad para que las mismas se sucedan y reproduzcan.
El aislamiento social, preventivo y obligatorio implica que este año el reclamo sea principalmente virtual. Es por ello que desde el ETI queremos movilizar-nos poniendo de manifiesto que el actual contexto profundiza las desigualdades y discriminaciones particularmente en lo que respecta a las violencias de género en su modalidad doméstica y a las tareas de cuidado.
Porque creemos en la transformación de las instituciones, porque cada 30 horas una (1) mujer o niña muere a causa de la violencia de género, porque nuestros cuerpos siguen siendo territorio de lucha y de explotación. Por eso hoy gritamos ni una muerta más, vivas, libres y desendeudadas nos queremos.
Foto: extraída de la web